La historia del espectáculo Somos nosotros, de Macarena del Mastro y Marcelo Caballero, se inició en el 2022. De aquella puesta imaginada por Ariel del Mastro quedan sólo dos intérpretes: Sofía Pachano y Lionel Arostegui. En esta nueva temporada se sumaron Federico Bal, Denise Dumas y Germán “Tripa” Tripel. Empezarán a hacer funciones el 3 de enero en el Multitabaris, de miércoles a domingo, con entradas a $ 30 mil. Tanto Sofía Pachano como Federico Bal terminan un año de la mano de los musicales. Ella hizo School of Rock y ambos participaron de la puesta de Kinky Boots para la temporada de verano en Villa Carlos Paz, fue allí que se afianzó la amistad que hoy los une.
—¿Qué características distintas le notan a esta propuesta?
PACHANO: Creo que la manera en la cual se toca el tema que abordamos. ¿Qué pasa si te enamorás de una persona que no es tu pareja? ¿Se lo decís o no se lo decís a tu pareja? En general cuando se toca esta temática se suele hacer algo bastante chabacano, mientras que aquí se toma como con respeto y desde un lugar que realmente nos podría pasar a cualquiera de nosotros. Por ahí lo diferente que no vi en otras piezas en relación a este tema es que le pasa a una mujer. Por lo general el protagonista es masculino, creo que esa es la diferencia.
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BAL: Me parece que se plantean algunas problemáticas que creo que ayudan un poco a la pareja moderna. Da también para pensar después de ver la obra. Siento que va a haber mucha charla en esas parejas que vengan a vernos. Tengo cierto parecido con el personaje, es un tipo abierto a todo lo que pueda pasar e intenta escuchar a la mujer. Por mi parte escucho mucho a mis parejas y soy una persona que es muy abierta al diálogo. Me parece que es importante escuchar siempre a la persona que tenés al lado.
—Lo último que hicieron fue musicales. ¿Fue fácil pasar de ese mundo al del texto?
P: Si, en mi caso, no tengo ningún problema.
B: Creo que tenemos una profesión que nos permite como jugar. En mi caso el año pasado y a principios de éste incursioné en el teatro musical. Fue muy loco para mí poder probarme en el canto y en el baile. Nos conocimos un poco más a fondo con Sofía trabajando en Kinky Boots y nos hicimos más amigos. Esta propuesta llega un poco de la mano de ella, ya que le propuso a la producción nuestros nombres, el mío y el de Germán Tripa. Es muy lindo encontrar compañeros y amigos en esta profesión que son pocos, pero cuando aparecen está bueno estar cerca.
—¿Se nota que está escrita por autores nacionales?
P: Creo que no hay diferencia en cuanto al talento en ese sentido, es lo mismo.
B: Sentí bastante lo nacional, pero se puede hacer también en todos lados, Creo que es algo que se plantean muchas parejas a nivel mundial. Tal vez el hecho de pedir empanadas sea muy argentino, pero se puede representar tranquilamente en Madrid y de hecho se hizo en México. Es bastante fácil de entender en cualquier lugar,
—La obra se basa en un gran despojamiento escénico: ¿implica mayor desafío a la hora de actuar?
P: Hay un planteo de poner el cuerpo mucho más y es ahí donde surge la comedia. Es cierto que no hay muchos objetos, ni una escenografía que sea demasiado contundente. Son cubos que se van iluminando para diferenciar los espacios. El espectador entiende rápidamente que ese es el código.
B: Acá hay una vulnerabilidad perfecta que en lo particular quería explorar. La acepté por el texto y por el personaje, porque me cala, muy hondo. Me gusta, me parece que está bueno hablar de estas cosas que no se habla tanto en las parejas.
—Ambos tienen padres entre comillas famosos o con trayectoria: ¿eso los une más?
P: Nosotros estamos acostumbrados. Nos reímos a veces de la misma cosa que nos pasa con nuestros padres que son mediáticos, conocidos y hacemos chistes al respecto.
B: Teniendo esta experiencia con el medio y con las fotos que le pedían a nuestros padres, creo que te volcás a esta profesión o no. Son dos caminos creo que nos pasó a nosotros, amar esta profesión y poder trabajar en el medio, siempre intentando mostrar cosas distintas y no quedarnos en la fácil. Me parece que eso nos une como amigos, como artistas y ahora en este momento como compañeros de elenco otra vez.
—¿Te definís como actriz cantante, bailarina y conductora?.
P: Si, estuve conduciendo en Cocineros argentinos y también en programas digitales. La conducción es algo que me gusta mucho. Este año no pude aceptar una propuesta por el tema de los tiempos y espero que el año que viene surja una nueva.
—¿Qué expectativa tenés con respecto a esta nueva temporada de la comedia?
P: Estuve en el Teatro de La Plaza y después en el Multitabarís, al que ahora volvemos. Ojalá la gente nos vuelva a acompañar. El equipo humano me encanta y me gusta trabajar con amigos. Me parece que es de las mejores cosas por las cuales trabajo, como persona diariamente, busco siempre trabajar rodeada de gente que me caiga bien.
B: La gente elige reírse en el teatro. Es una frase que la decía mi viejo (Santiago Bal) a Carlos Rottemberg.
—¿Creen que será fuerte la competencia en la avenida Corrientes?
P: No diría competencia. Hay muchas obras y está buenísimo que haya tanto teatro. Eso siempre es un buen síntoma.
B: La verdad es que la avenida Corrientes está en su mejor momento por la cantidad de ofertas. Es impresionante.
—¿Vieron mucho público extranjero en sus espectáculos?
P: No mucho pero encontré gente de Latinoamérica, como Paraguay, Uruguay y Chile. La realidad es que creo que Argentina es el cuarto país más importante hablando de obras de texto y también de los musicales, entonces viene público extranjero, pero no es la gran mayoría.
—¿Qué proyectan para 2025?
P: Además del espectáculo, luego seguramente seguiré haciendo viajes gastronómicos y turísticos con una agencia junto a grupos de personas. Tengo pendiente volver a Turquía y seguramente iré a Italia.
B: Seguir con la conducción del programa Resto del mundo (ElTrece). Es la intención de la producción y la mía también. Tenemos un muy lindo vínculo de trabajo en estos tres años, así que seguramente haya una cuarta temporada. Tienen ganas de estar conmigo y yo con ellos. En diciembre me dejaron trabajar en teatro, qué es lo que más me gusta y para marzo volverme a subir a un avión. Siento que el verano nos junta a todos en Buenos Aires, que es también una necesidad. Tenía ganas de quedarme un poco en la ciudad, después de hacer muchas temporadas en Villa Carlos Paz y en Mar del Plata, hace tiempo que quería estar cerca de mis perros y de mi casa.
—¿Solo actuación? ¿O piensan dirigir o escribir teatro?
P: Por ahora no, pero nunca se sabe. Si me gusta la producción en general. Lo que hago con los viajes es una producción. Por ahora ni la dirección, ni la escritura y con respecto a las coreografías hay gente muy buena y la dejo en manos de otros.
B: Me gustaría en algún momento de la vida escribir, dirigir y producir un espectáculo que ya tengo pensado, donde mi mamá (Carmen Barbieri) sea la protagonista, aunque también me encantaría la dupla con Georgina Barbarossa. El rol de director lo hice alguna que otra vez con mis viejos en una revista que hicimos hace un tiempo y es algo maravilloso. Me encanta, me divierte y me fascina. Me corro un poco de estar arriba del escenario y me hace bien, incluso al alma. Me acuerdo de mi viejo cuando dirigía y muchas veces fui su asistente. Dirigir es una cuenta pendiente que tengo.