Javier Milei tiene dos ministros preferidos, Federico Sturzenegger, a quien llama el Coloso, y a Luis «Toto» Caputo, a quien califica como el mejor ministro de Economía de la historia.
En el gobierno ya hablan del triángulo que funciona. Es una mala referencia al triángulo de hierro entre el presidente, Karina Milei y Santiago Caputo, que amontona conflictos y negociaciones políticas truncas. La principal es que le detonaron a Milei la relación con Mauricio Macri, que fue clave para el triunfo y la posterior supervivencia del libertario.
Los únicos ministros con los que Milei discute la gestión son Caputo y Sturzenegger, ya que manejan las dos áreas que muestran los resultados que lo convencieron de que está haciendo «historia».
Ambos ministros se sienten reivindicados tras la mala experiencia que tuvieron en el gobierno de Mauricio Macri. Milei les deja avanzar en temas que su enemigo máximo, Marcos Peña, les tenían prohibidos. Incluso a costa de chispazos con Karina y Santiago Caputo, una aventura que los otros ministros no se atreven a experimentar.
Por eso el enfrentamiento que arrastran Caputo y Sturzenegger desde que eran funcionarios del macrismo encontró una tregua por el enemigo en común: la política.
El ministro de Economía cortó los pagos en el primer semestre y Sturzenegger está empecinado en romper las «cajas» de la política. En el gobierno admitieron a LPO que hay temor entre los funcionarios de carrera política por el ímpetu destructivo de los «técnicos».
Caputo igualmente siempre está en alerta porque el ministro de Desregulación no aparezca con la pila de hojas A4 con un nuevo plan económico para Milei.