Alan Fonseca (21) acababa de salir del boliche en el que trabaja como DJ, en Zárate. Ya en la calle fue atacado por otro hombre, que le produjo una fractura de cránea y lo dejó internado en coma. Por el caso apuntan al exnovio de la joven que sale con Fonseca.
El episodio ocurrió el domingo a la madrugada. Según medios de Zárate, hubo tres golpizas en plena madrugada en esa ciudad, de la que son los rugbiers condenados por el crimen de Fernando Báez Sosa.
Fonseca había salido de un boliche en Ameghino al 800, adonde lo había llevado el padre en la medianoche del sábado. Allí trabajaba como DJ.
A la salida lo sorprendieron dos personas. Lo golpearon y luego se escaparon. En primera instancia lo llevaron al hospital Virgen del Carmen, de Zárate, pero por la gravedad de las lesiones lo trasladaron a un centro médico de San Fernando.
«Mi hijo está en terapia intensiva, está con respirador. Está en coma, porque todavía, después de la operación, hay que esperar la evolución», dijo Omar, padre de Alan, en diálogo con TN. Detalló que una operación realizada este martes a la mañana será clave para saber cómo continuará el estado de salud de su hijo.
Por el caso, Omar señala a Nicolás, un exnovio de la actual pareja de Alan. «Quedó una pica con él», dijo sobre un supuesto vínculo que la mujer y su ex estaban manteniendo de forma paralela. Y añadió que su hijo no conocía al agresor.
«Cuando mi hijo va para el baño, él (por el agresor) aprovecha para llevárselo por delante y él, entonces, pega media vuelta, sale del baño y se va a su lugar de trabajo», continuó el relato.
Responsabilizó a la novia, que «le hacía caritas y sonrisitas al ex» y que incluso -según el padre- negaba conocer al agresor. Además, la culpó por lo que sucedió inmediatamente después del ataque: la chica lo acompañó a su casa, en vez de llevarlo al hospital.
«A las 10 de la mañana viene y me pide un favor. Me dice ‘Vamos a llevarlo a Alan al hospital porque le duele mucho la cabeza'», dijo Omar. Cuando le preguntó qué había pasado, ella habló de «un desliz a la salida del boliche, un par de piñas, nada grave».
El hombre fue a ver cómo estaba su hijo. «Ahí me di cuenta que el chico ya no estaba», recordó. «Lo vestí, lo cargué en el auto y en el hospital le hicieron una tomografía», siguió. El diagnóstico fue fractura de cráneo, derrame cerebral y una arteria tapada.
Tras la última intervención, el joven se encuentra estable. «Hay una leve mejoría, pero eso no quiere decir que esté bien», afirmó Omar.
AGE