Regular los niveles de azúcar en sangre es fundamental para generar un equilibrio en el organismo. A pesar de que la glucosa es necesaria para obtener la energía para encarar el día, las personas precisan seguir una dieta para no desbalancearse en sus índices y así no sufrir ningún tipo de contratiempo.
Bajo este panorama, el limón entra en escena para disminuir los niveles de azúcar en sangre. Al elevarse los índices, las personas sienten cansancio o agotamiento extremo, lo que les impide tener una rutina normal. Otra consecuencia notoria es que la visión se torne borrosa, sin poder enfocar, lo que genera una molestia extra.
Entonces, para regular los niveles de azúcar, se deberá incluir al limón en todas las comidas. ¿De qué forma? Agregando unas gotas del jugo del cítrico a cada preparación. De esta manera, el organismo recibirá una gran dosis de vitamina C, que servirá para establecer una especie de “barrera” para combatir el índice glucémico.
Además de realzar el sabor con sus notas ácidas, el limón contiene otra función esencial, que pocos conocen: al tener una gran cantidad de fibra en su composición, retarda la digestión y absorción de los carbohidratos, los causantes del aumento de glucosa en la sangre.
Rico en antioxidantes, el limón mantiene saludables las células del páncreas, el órgano responsable de producir la insulina, la hormona reconocida para regular el azúcar en nuestro cuerpo.
Además de los múltiples beneficios del cítrico, el mismo, al ser tan versátil, puede amalgamarse con muchísimos alimentos para potenciarlos y generarle un beneficio al organismo.
Uno de los métodos más reconocidos es el agua de limón o limonada. Su receta es por demás sencilla y práctica: solamente habrá que tener una jarra -preferentemente de vidrio-, rellenarla con agua y agregarle rodajas de limón y jugo de la fruta.
Dentro del terreno de las infusiones, el limón es un excelente complemento para realzar su sabor y potenciar su poder vitamínico. Agregar unas gotas del cítrico o cáscaras del mismo –evitando la zona blanca que da un sabor amargo– obtendrás un líquido con excelentes beneficios.
Para los más osados y conocedores de la gastronomía, el limón es un aliado clave para la elaboración de aderezos, al mezclarlo con aceite de oliva, vinagre y otras especias que le darán un sabor inconfundible para sazonar ensaladas.
Por último, uno de los trucos del que poco se habla en el mundo gastronómico es agregar limón para facilitar la cocción del huevo duro.
El cítrico no solo le dará un gusto especial a la comida, sino que también será el encargado de sellar cualquier tipo de fisura en la cáscara del alimento, y, de esa forma, no se filtrará agua. También, facilitará el pelado una vez que la proteína se cocine durante 10 minutos.