POLÍTICA
Juan Castillo, del Partido Comunista, pretende un modelo sindical como el de la dictadura cubana.
El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Juan Castillo, afirmó en su participación en la Comisión de Asuntos Laborales del Senado, realizada el pasado jueves 17 de julio, que “no hay ningún artículo de la ley que impida tener afiliación obligatoria” a los sindicatos.
En el marco de la convocatoria realizada al jerarca del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) tras la polémica por la paralización total del sector pesquero.
El ministro del Partido Comunista aseguró que desde su ministerio no le preguntan a los sindicatos “si tiene afiliación obligatoria o no”.
| La Derecha Diario
Conflicto pesquero
El sector pesquero está paralizado hace dos meses porque los sindicalistas comunistas del SUNTMA (Sindicato Unico Nacional de Trabajadores del Mar y Afines) están realizando una huelga salvaje, violando el convenio colectivo de trabajo.
Una patota de sindicalistas ultra radicales, afines al Partido Comunista, están desconociendo lo que firmaron y sometiendo a los trabajadores a una huelga salvaje por puros motivos políticos.
Juan Castillo, lejos de solucionar el conflicto, le está echando nafta al fuego, alimentando a los extremistas radicales del sindicato y oponiéndose a lo que con toda razón plantean los empresarios.
En lugar de buscar soluciones, el ministro promueve el conflicto, fomenta la discordia y alienta a los radicales.
| La Derecha Diario
Sindicalismo a la cubana
Sabido es que Castillo es secretario general del Partido Comunista, que defiende y apoya a la narco dictadura de Cuba, instalada en 1959.
En la tiranía caribeña los trabajadores deben afiliarse obligatoriamente a organizaciones sindicales, que por supuesto están totalmente controladas por el Partido Comunista de Cuba.
Ahora en Uruguay, el ministro de Trabajo plantea un modelo similar. Pretende que los trabajadores uruguayos obligatoriamente se afilian a un sindicato, y por supuesto, que paguen la cuota sindical.
| La Derecha Diario
Un modelo totalitario, antidemocrático, y violatorio de cualquier principio de libertad individual.
Castillo actúa como un dictador soviético. Ataca al sector empresarial, promueve enfrentamientos y destruye el diálogo.
Es un peligro para las relaciones laborales y para todo el Uruguay democrático.
➡️ Política
Más noticias: