El sector de la fundición vive un presente de baja sostenida de la actividad, pérdida de empleo y una reducida capacidad instalada. La contracción interanual de la producción fue del 23,5% y para el resto del 2025, el clima es de cautela: anticipan desplome de ganancias, de exportaciones y estancamiento de la inversión.
Así lo reveló la Encuesta Nacional de Expectativas del Sector Industrial Fundidor (EIF) que realizó la Cámara de Industriales Fundidores de la República Argentina (CIFRA) sobre la base de las proyecciones y perspectivas de las empresas del sector, que advirtieron que esta merma en la actividad se tradujo en una reducción de puestos laborales cercana al 10%, y situó al uso de capacidad instalada en apenas 49%.
El informe advirtió que la mitad de los encuestados mantiene una postura neutral sobre la evolución del sector para el año en curso, mientras que el resto se divide entre un optimismo moderado y previsiones negativas. A pesar de que un 58,34% de las empresas prevé aumentos en la demanda, el panorama de rentabilidad es sombrío: más del 72% anticipa una caída de sus ganancias durante 2025, y solo un escaso 3% proyecta mejoras, todas ellas leves.
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En cuanto a la inversión, la inercia domina: el 68% de las firmas no espera realizar cambios, en tanto que un 12% proyecta recortes. Las exportaciones también evidencian un retroceso, con un 30% de empresas que espera disminuir su participación en el comercio exterior.
En qué cadenas productivas está la fundición
En Argentina, el sector de la fundición se concentra principalmente en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, caracterizándose mayormente por pymes de gestión familiar. Su producción se destina fundamentalmente a la industria automotriz, la maquinaria agrícola y la siderurgia. En cambio, hay baja participación en otros sectores estratégicos como el petróleo y gas, la energía o el transporte ferroviario, lo que evidencia la fragilidad de la integración de valor industrial en el país.
La EIF también destaca los principales desafíos que enfrenta el entramado productivo: el aumento en el costo de materias primas, la competencia externa, la presión fiscal, las dificultades para acceder al crédito y la escasez de mano de obra calificada son las preocupaciones más mencionadas. A estas se suman las exigencias regulatorias y los obstáculos logísticos que impactan directamente en la capacidad operativa.
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A pesar del panorama incierto, el informe de CIFRA identifica oportunidades concretas de reactivación. El alto nivel de capacidad ociosa, sumado a la posibilidad de ampliar la participación del sector fundidor en nuevas cadenas industriales, ofrece un margen importante para impulsar la recuperación.
AM