Como buen seguidor del padre del liberalismo, Adam Smith, el presidente Javier Milei cree en la división del trabajo. Así la cruenta interna que decantó el cierre de listas en Provincia confirmó a Karina Milei y sus armadores, los primos Martín y Lule Menem y el bonaerense Sebastián Pareja, como los portadores de la «lapicera» del armado electoral de LLA y al equipo de Santiago Caputo como los soldados de la «batalla cultural» y de la comunicación de campaña. En paralelo vienen surgiendo «otras voces» del espectro libertario que se animan a difundir los ideales mileístas sin el paraguas de la infantería digital tutelada desde el Salón Martín Fierro de Casa Rosada.
Pero el ambicioso proyecto de Las Fuerzas del Cielo quedó relegado del armado político y con pocas chances de influir en las apetecibles listas nacionales para las elecciones del 26 de octubre en las que se definirá el nuevo mapa del Congreso.
Sí los «socios» del asesor presidencial volvieron a mostrarse en la gala de este lunes de la Fundación El Faro, el «think thank» libertario que combina la formación de «cuadros» con la recaudación para la campaña. La institución es dirigida por Agustín Laje pero allí talla fuerte Francisco Caputo, el hermano del integrante del triángulo de hierro que, por ejemplo, administra el enigmático piso de Reconquista 40 de la citada fundación.
Como sea, en el coqueto escenario del Yacht Club de Puerto Madero, -uno de los hermanos Neuss, propietario de la confitería, es amigo de Santiago Caputo- volvió a mostrar en primera fila a integrantes de la escudería del asesor presidencial, como el viceministro de Justicia, Sebastián Amerio, o a la secretaría de Legal y Técnica, María Ibarzábal Murphy. No se vio, en cambio, a los «tuiteros» que suelen secundar al también consultor, como el Gordo Dan. Sí hubo presencia de «streamers» inorgánicos que participaron de un evento catalogado como «cerrado» y por invitación.
Luego del tuit «ordenador» de Karina Milei, cuando arreciaban críticas de los tuiteros de Las Fuerzas del Cielo a los candidatos de LLA bonaerense, la interna se fue apaciguando. De hecho, el propio Caputo se reunió con Karina, los Menem y Pareja el miércoles pasado para pensar la campaña rumbo a los comicios bonaerenses del 7 de septiembre. Pero no todo sigue igual en la cima del poder del Gobierno.
Las cuentas que siguen la estrategia ideada por el trío Caputo-Agustín Romo y Gordo Dan, no volvieron a husmear en el pasado de «casta» de los candidatos bendecidos por «El Jefe». «Algunos tuiteros fueron cancelados por Milei«, arriesgó una fuente consultada. Y, en paralelo, han surgido críticas silenciosas a la provocadora línea discursiva de Las Fuerzas del Cielo.
Un primigenio dirigente libertario recordó que, en 2024 en pleno fervor del grupo que también pisa fuerte en el Salón de los Próceres, le quisieron «tomar» su cuenta de YouTube, dedicada a promover el ideario de Milei, con la excusa que «le quitaba vistas» a los canales con los que los estrategas del consultor buscan ganar influencia. Pero el joven logró conservarla: de alguna forma es su medio de vida con el que recauda, en promedio, unos 2 mil dólares al mes.
En tanto, el martes 29 de julio tuvo lugar un evento nocturno en un local de la avenida Maipú, a pocas cuadras de la Quinta de Olivos, denominado «Fénix de la Libertad«, con el objetivo de organizar la difusión en redes sociales del ideario de Milei con vistas a las próximas elecciones.
El encuentro fue organizado por Santiago Oría y Macarena Rodríguez, integrantes del equipo de comunicación audiovisual de Presidencia, contó la bendición de la presidenta de LLA, y albergó a unos 120 asistentes de distintas zonas del Conurbano. Se subrayó durante el mismo la importancia «de la difusión de contenido» que sirva para la campaña de LLA.
Estuvo presente también Lilia Lemoine, una de las más fervientes comunicadoras de redes de las ideas del Presidente. Cercana a Karina, en algún momento también asistió a un encuentro de Las Fuerzas del Cielo como forma de buscar un acercamiento y en defensa del proyecto «común» de LLA.
En el armado karinista se han mostrado comprensivos con los ataques de los tuiteros, que adjudican a «electrones sueltos» con una media sonrisa, y miran para adelante. Saben que han ganado la «batalla de la lapicera», acaso la que más redunde en el corto plazo en su afán de extender los brazos del partido violeta en todo el país.