El juez federal de Garantías de Mar del Plata, Santiago Inchausti, que interviene en la causa de la pintura «Retrato de una dama», robada por los nazis a un galerista judío durante la Segunda Guerra Mundial y que por el azar y la perseverancia de un grupo de periodistas fue hallada en un chalé en Mar del Plata, puso la obra a disposición de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Mientras Patricia Kadgien y su esposo, Juan Carlos Cortegoso, sospechados de haberse quedado con el cuadro que su padre habría traído al país, dieron su versión de los hechos y aseguraron que lo compró una tía, todavía no se sabe en manos de quién quedará finalmente la obra cuando se resuelva la investigación judicial.
El fiscal Martínez había solicitado al juez de Garantías que la pintura fuera enviada para su conservación, no exhibición, al Museo del Holocausto en Buenos Aires. Pero Inchausti resolvió dejarla en custodia del tribunal superior.
Lo hizo mediante una nota que que envió al presidente de la Corte, Horacio Rosatti, y será -según explicó- «hasta tanto se pueda determinar a quién corresponde su entrega definitiva”.
En su misiva, el juez explica que la obra secuestrada “sería del artista Giuseppe Ghislandi, dataría del año 1700, habiendo sido expropiada por el régimen nazi en Países Bajos en julio del año 1940 y se encontraría reclamada en los listados de la Agencia de Patrimonio Cultural de los Países Bajos”, hechos que el fiscal federal Carlos Martínez expuso este jueves en la audiencia en la que imputó al matrimonio que tenía el cuadro en su casa y lo ocultó cuando los federales fueron a secuestrarlo.
Kadgien, hija del funcionario nazi Friedrich Gustav Kadgien, y Cortegoso fueron imputados del delito de encubrimiento agravado por robo en el contexto de genocidio, pero seguirán el proceso en libertad.
En la audiencia del jueves se dejó sin efecto el arresto domiciliario que se había ordenado sobre los acusados, presentes en la sala. Sin embargo, para ellos se dispuso como otras medidas de coerción la fijación de domicilio, la prohibición de salida del país y la entrega de pasaportes en sede fiscal, hasta el 3 de marzo de 2026. El mismo plazo fue acordado para el desarrollo de la investigación, 180 días.
Así, la custodia del retrato continuará en manos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación «en la medida en que se trata de un delicado bien de altísimo valor histórico y cultural, que requiere especiales medidas de seguridad y preservación y que se halla aún sujeto a un peculiar proceso judicial, en el que se entremezclan el derecho argentino, el internacional y las relaciones diplomáticas entre la República Argentina y los Países Bajos», se informó en un comunicado.
«Tales circunstancias -agrega- tornan necesaria su permanencia bajo la órbita de la Corte, como cabeza y responsable institucional del Poder Judicial de la Nación».
De quién es la obra y cuánto puede costar
La obra es reclamada por el gobierno de Países Bajos, de acuerdo con lo señalado por Interpol Argentina y de conformidad con el informe elaborado por la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC), que brindó asistencia para esta investigación a la unidad fiscal, la que ya fue contactada por la oficina en Nueva York del FBI: hizo de nexo de los herederos del merchante Jacques Goudstikker, cuyas obras, más de 1.200, quedaron en manos del nazismo. Ahora quieren recuperar «Retrato de una dama», óleo sobre tela de 1710.
Este caso es inédito para la Justicia argentina, porque es la primera vez que se encuentra una obra expoliada durante el nazismo en una propiedad de descendientes de un nazi. Claribel Terré Morell, periodista que ha investigado sobre falsificaciones y robos en el mundo del arte y que escribe en la revista Ñ, aclara que «no son muchas las obras que han sido recuperadas de la familia de un nazi que la robo».
Terré Morell afirma que aquí «este caso puede sentar jurisprudencia» y explica que en la mayoría de los juicios sustanciados en el exterior, «los últimos propietarios litigan y desestiman los hechos y evidencias porque ellos argumentan que no sabían lo que había pasado. Después está lo que todos sabemos, que compraron a punta de pistola».
Respecto de cuánto puede valer el «Retrato de una dama» luego de que termine todo este proceso judicial. Según explica la periodista, generalmente cuando es recuperada una obra como esta, involucrada en un hecho relacionado con el expolio de arte por los nazis, «su valor es menor. La mayoría de los herederos logra comprarlas, cuando no les son donadas, por un precio inferior. Lo que no quita que haya alguien que le guste la historia y pague lo que se le pida».
AS