Proteccionistas denunciaron aumento de pirotecnia en la fiestas

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Tras los festejos navideños, organizaciones protectoras de animales y vecinos denunciaron un aumento del uso de pirotecnia durante la medianoche del 24 de diciembre . Desde el Hogar 4 Patitas, su titular María Emilia Parra sostuvo que la situación superó ampliamente lo ocurrido en años anteriores.
Mientras el Municipio de Resistencia aseguró que durante la Nochebuena y los días previos se realizaron controles, decomisos y no se registraron heridos por pirotecnia en el sistema de salud pública, organizaciones proteccionistas y referentes del cuidado animal denunciaron un uso extendido de bombas de estruendo, muertes de mascotas, animales extraviados lo que demuestra el impacto de los festejos en animales, niños, adultos mayores y personas con discapacidad.

continuidad del uso
Parra, en contacto con Radio Facundo Quiroga, relató que, pese a la percepción general de que el uso de pirotecnia había disminuido con el paso de los años, en esta Navidad ocurrió lo contrario. “Nos venimos acostumbrando a que año a año haya menos pirotecnia, o al menos eso parece, pero este año en particular hubo mucho más”, expresó, y añadió que llegó a contabilizar “hasta veinte minutos de bombas y estruendos continuos”.
En ese sentido, aseguró que la intensidad del ruido fue mayor que en celebraciones anteriores. “El año pasado fue mucho menos, este año fue más”, afirmó, al tiempo que recordó que en 2023 ya se había cerrado “un año muy complicado” en relación con el impacto de la pirotecnia en animales rescatados y mascotas.
Durante la madrugada, Parra explicó que debió contener personalmente a los perros del refugio para evitar situaciones de pánico extremo. “A las doce de la noche en punto fue un desastre”, sostuvo, y relató que debió refugiarse en el galpón junto a parte de los animales, mientras su pareja permanecía en otro sector del predio. “No es justo para nadie pasar la fiesta de esa manera”, remarcó.
La referente proteccionista señaló que el enojo que expresó en redes sociales estuvo directamente vinculado a la falta de empatía social y a la ausencia de controles efectivos. “Creo que no hay necesidad de tirar pirotecnia de la manera en que lo hacen. No vas a ser más ni menos persona por dejar de hacerlo y ser un poco más empático”, manifestó.
En ese marco, subrayó que el problema no afecta a una minoría. “No te estoy hablando de dos o tres familias, te estoy hablando de más del cincuenta por ciento de la población que sufre a causa de eso”, afirmó, al enumerar a animales, personas con discapacidad, niños con autismo, adultos mayores y personas con trastornos de ansiedad entre los principales afectados.
Parra hizo hincapié en que, a diferencia de los humanos, los animales no tienen herramientas para comprender o tolerar los estruendos. “Ellos no pueden manejarlo, no pueden decir ‘hoy no voy a entrar en pánico’”, explicó, y remarcó que se trata de una responsabilidad humana. “No es algo que puedan entender como una fiesta o un sonido más, los altera siempre”, agregó.
Asimismo, aclaró que el problema no se limita únicamente a Navidad y Año Nuevo. “Cualquier festividad religiosa o festejo se vive igual, siempre que haya pirotecnia la sufrimos”, indicó, aunque reconoció que en las fiestas de fin de año el impacto es mayor debido a la masividad del uso.
En otro tramo de sus declaraciones, la titular del Hogar 4 Patitas cuestionó la falta de interés social frente al sufrimiento ajeno. “A la gente no le interesa si yo la paso mal o si vos la pasás mal”, expresó, y agregó que incluso es criticada por priorizar el cuidado de los animales durante la cena navideña. “Yo no puedo sentarme a comer con mi familia y prefiero estar con mis perros, y te critican”, lamentó.
La proteccionista también vinculó la problemática con la salud pública, al mencionar que el impacto de la pirotecnia no se limita al bienestar animal. “Hay muchos niños, muchos adultos mayores, y la contaminación sonora afecta un montón”, sostuvo, y recordó que existen regulaciones para otros ruidos urbanos, como los escapes de motos, que sí son controlados en algunos casos.“
En esa línea, se preguntó por qué no se aplica el mismo criterio con la pirotecnia. “Si no se puede controlar el tema de los escapes, obviamente tampoco se está controlando el tema de la pirotecnia”, afirmó, y reclamó coherencia en la aplicación de las normativas vigentes.

unificar criterios
Consultada sobre cómo continuar frente a este escenario, Parra se mostró pesimista respecto a un cambio inmediato. “No va a pasar nada, el Año Nuevo va a ser peor”, advirtió, y explicó que históricamente esa celebración registra un uso aún mayor de pirotecnia. “No soy negativa, soy realista”, subrayó.
La referente también señaló que, tras sus declaraciones públicas, suele enfrentar críticas y consecuencias personales. “Se me viene una catarata de cosas después de todo lo que dije”, expresó, y cuestionó que “hoy en día no se pueda opinar libremente” sobre este tipo de problemáticas.
En cuanto a las recomendaciones para otros tutores de animales, Parra sugirió recurrir a profesionales veterinarios para evaluar estrategias de contención. “Que hablen con los veterinarios para ver qué pueden hacer con sus mascotas”, aconsejó, aunque advirtió sobre la gravedad de algunos casos. “He visto perros morir de la peor manera”, afirmó con preocupación.
También remarcó que, pese a las prohibiciones formales, “las bombas de estruendo existieron igual”.
En ese punto, apuntó contra la falta de controles en el área metropolitana. “Hay locales habilitados, pero pasabas por Fontana y había mesas en cada esquina vendiendo pirotecnia”, relató, y cuestionó la eficacia de los controles aislados. “¿De qué me sirve que controlen en Resistencia si en Barranqueras o Fontana lo hacen igual, a una cuadra de distancia?”, se preguntó.
Parra insistió en la necesidad de una articulación regional. “Se necesita una coordinación entre municipios”, planteó, y consideró que incluso debería pensarse en acuerdos interprovinciales para frenar el comercio ilegal de pirotecnia.
Otro de los efectos directos que señaló fue el aumento de animales extraviados durante las fiestas. “Nos llamaron por perros asustados que no eran del barrio”, contó, y explicó que el Hogar 4 Patitas se encuentra sin capacidad para recibir más animales. “No estamos en posición de alojar ningún tipo de perro en este momento”, lamentó.
La situación se agrava, según explicó, porque muchos animales entran en estado de pánico y no se dejan ayudar. “Están desorientados, no controlan sus sentidos y se escapan más”, describió, y añadió que en algunos casos las consecuencias fueron fatales. “Perritos que, buscando refugio, terminaron falleciendo”, afirmó.

Fiestas seguras: controles y decomisos

En el marco del operativo “Fiestas Seguras”, la Municipalidad de Resistencia informó que desarrolló controles intensivos junto al Ministerio de Seguridad del Chaco para garantizar el cumplimiento de las ordenanzas que prohíben la venta de pirotecnia de estruendo y la comercialización ilegal de estos productos. Desde la Secretaría de Gobierno comunal indicaron que los procedimientos fueron ejecutados por la Dirección de Inspección General, en articulación con fuerzas policiales, debido a las situaciones de conflicto que suelen generarse durante este tipo de operativos. Los controles se realizaron desde principios de diciembre, tanto en la vía pública como en locales habilitados y no habilitados, con decomiso total de la mercadería prohibida. Según el informe oficial, las inspecciones incluyeron la verificación del tipo de productos comercializados, haciendo especial énfasis en evitar la venta de artículos de estruendo. En ese sentido, el miércoles 24 de diciembre se decomisó una cantidad similar de pirotecnia a la registrada en la misma fecha del año 2024. Asimismo, el Municipio reiteró la información brindada por el Hospital Pediátrico “Doctor Avelino Castelán”, que indicó que no se registraron consultas por personas heridas a causa del uso de pirotecnia durante la Nochebuena. El mismo esquema de control fue anunciado para el miércoles 31 de diciembre.}Desde el Ejecutivo municipal remarcaron que el alcance del poder de Policía Municipal se limita al control del cumplimiento de la ordenanza y a la intervención ante la comercialización prohibida. “No podemos ingresar a los domicilios particulares y, lamentablemente, todavía hay ciudadanos que no toman conciencia, aunque se observa un avance año tras año”, señalaron.
Por otra parte, lamentaron que a pocos metros de los límites de Resistencia la venta de pirotecnia sea indiscriminada, y aclararon que por razones de jurisdicción la comuna capitalina no puede intervenir en esas zonas. Para denuncias por venta clandestina o uso de pirotecnia de gran estruendo dentro de Resistencia, el Municipio habilitó el número de WhatsApp 3624-858825.

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