La muerte de Diogo Jota dejó un vacío inmenso no solo en el fútbol, sino también en el universo gamer, donde el delantero portugués había construido una identidad paralela tan competitiva como la de los campos de juego. Amante de los videojuegos, especialmente del FIFA, supo ganarse un lugar entre los mejores jugadores del mundo en el modo competitivo y fundó su propio equipo de deportes electrónicos.
A lo largo de su carrera profesional, el atacante nunca ocultó su pasión por los videojuegos. Fue una de las caras promocionales elegidas por EA SPORTS y en varias oportunidades compartió sus logros en FUT Champions, el modo más exigente del juego.
El 26 de abril de 2020, sorprendió al mundo al lograr un perfecto 30-0 en esa modalidad, lo que lo colocó dentro del top 20 mundial. En los meses siguientes, repitió grandes actuaciones y cerró temporadas entre los mejores 500 del planeta, algo que muy pocos futbolistas profesionales han conseguido.
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Su momento más destacado en el circuito llegó en FIFA 22, cuando logró clasificarse al Global Series Qualifier, uno de los torneos oficiales más importantes de EA SPORTS. Allí tuvo que enfrentar a jugadores profesionales de elite como Gorilla, campeón mundial en 2017.
A pesar de caer en su debut, se repuso con una victoria ajustada antes de verse obligado a abandonar el torneo para disputar un partido real con Liverpool frente al Southampton. Paradójicamente, ese día marcó dos goles y festejó uno de ellos sentado en el césped, simulando jugar con un joystick, en un guiño directo a su doble vida gamer.
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Además de sus logros individuales, impulsó su propio equipo de e-sports, Luna Esports, al que le dio forma luego de varias temporadas compitiendo con una escuadra que llevaba su propio nombre. Luna participó en torneos de FIFA y otras disciplinas como CS2, y fue invitado a eventos de gran prestigio, entre ellos la Esports World Cup 2024, celebrada en Arabia Saudita.
Sus festejos en la cancha también reflejaban esa conexión. En 2023, tras la llegada de EA SPORTS FC y su cambio de marca, celebró un gol ante West Ham formando un triángulo con los dedos, emulando el símbolo flotante que acompaña a los jugadores en el juego.
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Tras conocerse su trágico fallecimiento en un accidente automovilístico en Zamora, España, a los 28 años, la comunidad gamer también reaccionó con mensajes de despedida y homenaje. Así como el fútbol lo llora, el gaming lo despide como un competidor apasionado, talentoso y auténtico.
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